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El descenso hacia Sodoma

por el Rvdo. Benedict Hughes, CMRI

La siniestra influencia del movimiento homosexual aumenta conforme la sociedad continúa en su descenso cada vez mayor por la fosa de los “pecados de la carne.” El Rvdo. P. Benedict Hughes nos proporciona las claras enseñanzas de la Escritura y desenmascara las falacias utilizadas para defender el pecado antinatural.

Los pastores peleaban por las tierras de pastoreo. Las tensiones crecían. Abram se dio cuenta de que él y su sobrino Lot debían separarse. (Ambos tenían numerosos siervos, manadas y posesiones.) Así que Abram dijo a Lot: “No haya ahora conflicto entre nosotros dos, entre mis pastores y los tuyos, porque somos hermanos. ¿No está toda la tierra delante de tí? Te ruego que te apartes de mí. Si fueres a la mano izquierda, yo iré a la derecha; y si tú a la derecha, yo iré a la izquierda.”1 Lot miró a su alrededor y vio que la tierra del Este, hacia el Jordán, era muy fértil, como “el huerto del Señor.” De esa manera Lot se separó y habitó en Sodoma.

Mas los hombres de Sodoma y de las zonas próximas eran en sumo grado perversos, y Dios decidió destruir la ciudad y todos los pueblos vecinos. Al escuchar esto Abraham (así le llamaba ahora Dios a Abram), abogó porque se perdonaran las ciudades si se hallaban en ellas por lo menos 10 hombres justos. Como ni siquiera se pudieron hallar 10 justos, Dios hizo llover fuego y azufre del cielo para destruir por completo las viles ciudades. Dicha parte de la tierra fue al instante transformada de un jardín fértil a la inhóspita región del Mar Muerto. En esta historia vemos que la ira de Dios fue avivada por la indescriptible maldad del pueblo de Sodoma, quienes dieron a su ciudad el nombre de aquel pecado que clama venganza al cielo.

San Pablo aconseja gran cautela al hablar de los pecados de la carne: “Pero la fornicación y toda inmundicia o avaricia, ni siquiera se nombre entre vosotros, como conviene a santos.”2 y aunque este consejo debe siempre tenerse en mente, un sacerdote tiene el deber de preocuparse por los peligros contra la moral que presentan las modas de nuestra sociedad; y por ello debe hablar (y escribir) en contra del mal, no sea que la moral y fe de la gente sencilla sea debilitada por enseñanzas falsas. En efecto, san Pablo mismo habló contra el pecado que voy a mencionar, y advirtió a los primeros cristianos con palabras duras (como veremos más adelante) de rehuir los vicios de sus compatriotas paganos. Hablo aquí del pecado contra la naturaleza, el pecado de la homosexualidad.

El magisterio de la Iglesia

Hoy se hace todo por alterar las creencias de los cristianos al tratar de convencerlos de que lo que antes se les enseñó era pecaminoso, ya no lo es necesariamente. Por todos lados los medios de comunicación nos acribillan; intentan ellos persuadirnos de que cierta gente nace con una atracción por los miembros del mismo sexo. ¿Cómo es — preguntan — que estas personas pequen al seguir sus tendencias innatas? Más adelante descubriremos el sofisma, pero primero investiguemos las enseñanzas de la Iglesia.

Un pecado que clama venganza al cielo.— La Iglesia católica, fiel defensora de la Revelación divina, siempre ha mantenido la condenación de la homosexualidad en la medida en que es uno de los pecados mortales más graves. Basando sus enseñanzas en la Sagrada Escritura, los Padres y Doctores de la Iglesia siempre han sostenido que este pecado lleva una malicia especial. Tanto es así que los pecados de homosexualidad son clasificados junto con los otros tres pecados que claman al cielo venganza. (Los otros tres son el homicidio voluntario, defraudar a los trabajadores de sus salarios y la opresión de viudas y huérfanos.) La historia bíblica de la destrucción de Sodoma y Gomorra3 es bien conocida. Los pecados de sus habitantes, en efecto, llamaron sobre sí la venganza del cielo. El castigo fue presto y severo.

La evidencia de las Escrituras

He dicho que los Padres y Doctores de la Iglesia basan sus enseñanzas en la Sagrada Escritura; y es importante recordarlo, porque hoy está en voga un sofisma que intenta justificar el estilo de vida homosexual, a saber, la ausencia de alguna condena por parte de Jesús en los Evangelios. De hecho, no era necesario que Nuestro Señor hablara de este pecado al pueblo judío, pues ellos estaban bien conscientes de las duras palabras del Antiguo Testamento. Por otro lado, ¿qué no dijo: “No he venido a abrogar la ley, sino a cumplirla” y “ni una jota ni una tilde pasará de la ley,” etcétera? Veamos, entonces, algunas de las citas pertinentes halladas tanto en el Antiguo como el Nuevo Testamento.

Citas del Antiguo Testamento.— En el capítulo 18 de Levítico, el Señor prohibe a su pueblo cometer los pecados de la carne, incluyendo la homosexualidad, como lo hacen las naciones paganas. Después de catalogar estos pecados, dice Dios: “En ninguna de estas cosas os amancillaréis; pues en todas estas cosas se han corrompido las naciones que yo echo delante de vosotros… Guradad, pues, vosotros mis estatutos y ordenanzas que prohiben todas estas abominaciones… Porque el que hiciere alguna de estas abominaciones será cortado de entre su pueblo. Guardad, pues, mi ordenanza, no haciendo las costumbres abominables que practicaron antes de vosotros, y no os contaminéis en ellas. Yo, el Señor, soy vuestro Dios.”4 En el capítulo 20 del mismo libro, Dios anuncia el castigo debido a tales actos abominables: “Si alguno se ayuntare con varón como con mujer, ambos han de ser muertos por su abominación; sobre ellos será su sangre.”5

Citas del Nuevo Testamento.— Los escritores apostólicos del Nuevo Testamento no son menos duros en la condenación de los pecados antinaturales. En su Epístola a los Romanos, san Pablo habla de los malvados que rechazan la gracia de Dios y la luz de su razón. “Por esto Dios los entregó a pasiones vergonzosas; pues aun sus mujeres cambiaron el uso natural por el que es contra naturaleza, y de igual modo también los hombres, dejando el uso natural de la mujer, se encendieron en su lascivia unos con otros, cometiendo hechos vergonzosos hombres con hombres, y recibiendo en sí mismos la retribución debida a su extravío. Y como ellos no aprobaron tener en cuenta a Dios, Dios los entregó a una mente reprobada, para hacer cosas que no convienen.”6 A los corintios les dice: “No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los sodomitas… poseerán el reino de Dios.”7 San Judas escribe: “Como Sodoma y Gomorra y las ciudades vecinas, las cuales de la misma manera que aquellos, habiendo fornicado e ido en pos de vicios contra naturaleza, fueron puestas por ejemplo, sufriendo el castigo del fuego eterno.”8
La sociedad moderna

Estas citas de la Palabra revelada de Dios nos dicen claramente cómo mira Él este pecado. Sin embargo, la permisividad de nuestra sociedad moderna promueve una actitud muy diferente. Se hace todo por proteger los derechos de los homosexuales, por que se acepte su estilo de vida como algo válido y hasta por que se condonen los matrimonios homosexuales. Dudo que haya una ciudad de tamaño considerable en este país, cuyas calles no hallan sido envilecidas por algún desfile del llamado orgullo gay. Muchas compañias ahora ofrecen beneficios a las parejas de empleados homosexuales. Hasta tenemos un presidente que buscó apoyar a la comunidad gay, prometiéndoles, antes de su primera elección, reformar las restricciones militares que había contra ellos.

Mitos de la homosexualidad.— Lo verdaderamente trágico es que tantos norteamericanos han sido víctimas de las mentiras que nos bombardean los medios de difusión de corte liberal. Se nos presenta la idea de que esta gente no tiene la culpa de lo que son. Si así nacieron, dicen ellos, ¿cómo puede ser algo moralmente malo el satisfacer sus tendencias? En este argumento saltan a la vista dos errores. Primero, el hecho de que alguien tenga una tendencia no significa que pueda satisfacerla sin culpa. Todos tenemos una naturaleza caída, así como inclinaciones a varios pecados capitales en mayor o menor grado. Y estamos obligados a controlar las tendencias de nuestra naturaleza inferior y subordinar nuestro comportamiento a los Mandamientos de Dios. Al que pelea la buena batalla nunca le falta la gracia de Dios. Así como san Pablo, debemos castigar nuestros cuerpos y someterlos: debemos alcanzar nuestra salvación con temor y temblor.

El segundo error es la noción de que las preferencias de los homosexuales están determinadas biológicamente. Pero ¿de veras nacen así los homosexuales? Como es el caso con la evolución, este argumento es presentado sin pruebas científicas serias. De dos estudios científicos que dicen tener pruebas de una conexión genética, el mejor conocido fue realizado por el Dr. Simon LeVay del Salk Institute de San Diego. Después de examinar 35 cadáveres, todos de sexo masculino, LeVay informó que un grupo de neuronas cerebrales era dos veces mayor en los heterosexuales que en los homosexuales. Mas existen varios problemas con este estudio. Primero, la orientación sexual de los 16 supuestamente heterosexuales nunca fue verificada. En segundo lugar, todos los homosexuales involucrados murieron de SIDA, y el impacto de la enfermedad misma nunca fue explorado. En tercer lugar, los hallazgos no son consistentes: en tres de los heterosexuales el grupo de nueronas era más pequeño, y en tres de los homosexuales, eran más grandes. Finalmente, como se sabe que el comportamiento en sí puede alterar los patrones cerebrales, el tamaño de los nódulos pudo haber sido el resultado del comportamiento homosexual y no la causa de éste.9 En pocas palabras, no existe prueba científica para la existencia del “gen gay.”

Lo políticamente correcto.— No obstante, el gay establishment [o grupo político de altas esferas que defiende sus privilegios como homosexuales. N. del T.], ha tenido gran éxito en convencer al pueblo de que su comportamiento no debe ser condenado. En nombre del multiculturalismo y la diversidad, se trabaja por despertar la simpatía y la comprensión por los gays. Los que se oponen a su estilo de vida son llamados homofóbicos, término que sugiere temor a los homosexuales. De hecho, ¿no sería más exacto decir que no tememos u odiamos a estos individuos, sino que detestamos el pecado de la homosexualidad? Como católicos, se nos enseña a odiar el pecado, pero amar al pecador.

Cambios sociales efectuados por el gay establishment

Hoy abundan los indicios de éxito del gay establishment. Sería fatal querer ponermos una venda en los ojos e ignorar el proceso evolutivo que ocurre en nuestra sociedad. Las meticulosamente planeadas campañas de grupos pro homosexuales están dando resultados. Las actitudes están empezando a cambiar. Según las estadísticas, el número de gente que cree que se nace homosexual fue únicamente de 16% en 1983. Catorce años después, el número subió a 31%. En 1977, el 56% de norteamericanos pensaba que los homosexuales necesitaban protección contra la discriminación en el trabajo. Ahora es el 80%. Es seguro que estas cifras crezcan aún más conforme avanza el tiempo. ¿Cómo explicar este cambio de opiniones?

Parcialidad de los medios de difusión.— Este cambio de opiniones en los norteamericanos se debe principalmente, creo yo, a la influencia de los medios. Un ejemplo de esa tendencia izquierdista en los medios puede hallarse en la Walt Disney Company, que antaño era de orientación familiar. El conglomerado de empresas del entretenimiento ha dado apoyo, repetidas veces, al programa de los gays. Daré sólo unos de los muchos ejemplos que existen. Disney ha ampliado los beneficios medico-hospitalarios para incluir a los compañeros de sus empleados homosexuales.10 La compañía celebra anualmente un día de homosexuales y lesbianas en Walt Disney World. Los ejecutivos de la compañía, incluyendo al presidente Michael Eisner, trabajan en colaboración con Hollywood Apoya [Hollywood Supports], un grupo que aboga por los derechos de los homosexuales y cuyo centro de atención es promover el programa de los gays en el trabajo. En septiembre de 1997, Disney dio grandes cantidades de dinero a la Comisión Nacional de Gays y Lesbianas [National Gay and Lesbian Task Forc (NGLTF)], un grupo de presión homosexual.11 El apoyo de Disney al programa de homosexuales ha sido tan pronunciado que la Asociación para Familias Norteamericanas [American Family Association (AFA)] anunció un boicoteo a Disney hace varios años. Muchos otros grupos se han unido a dicho boicoteo, tales como Southern Baptist Convention, Concerned Women for America, Focus on the Family, Catholics United for the Faith y Free Methodist Church, por mencionar unos cuantos.

Los medios de comunicación promueven el mito de que existe una base biológica para la homosexualidad. Por ejemplo, el News & World Report dice en uno de sus artículos acerca de Exodus International (un movimiento cristiano que busca a ayudar a los homosexuales que desean cambiar): “El peso de la investigación científica en los últimos años sugiere que la homosexualidad tiene orígenes biológicos, y cuenta con estudios ampliamente divulgados que insinúan que un gen gay o ciertas diferencias en la estructura del cerebro pueden determinar la orientación sexual.”12 El artículo se refiere al antedicho estudio del Dr. Simon LeVay, quien afirma que las autopsias mostraron una diferencia en la estructura del cerebro entre los heterosexuales y los homosexuales, lo cual indica un origen biológico de la orientación sexual. A pesar de las numerosas fallas en el estudio de LeVay y de las dudas que existen sobre la parcialidad del investigador (LeVay es un homosexual declarado), los medios de difusión informaron que los estudios eran concluyentes. Pero, según el periódico Los Angeles Times, Marc Breedlove, de la Universidad de California en Berkeley, presentó evidencia a partir de estudios con ratas de laboratorio que sugieren que el comportamiento sexual cambia el cerebro humano, y no al revés. “Estos hallazgos nos dan prueba de lo que ya sabemos teoréticamente que es el caso (así como los genes pueden alterar la estructura del cerebro, también puede hacerlo la experiencia sexual),” dijo Breedlove. “Es posible que las diferencias en el comportamiento sexual causen las diferencias en la estructura del cerebro en lugar de que éstas sean causadas por aquellas.”13 A pesar de no existir evidencia científica en absoluto que apoye la noción de una fuente biológica para la homosexualidad, los medios de difusión continúan repitiendo este mito.

Apoyo gubernamental.— Bill Clinton fue el primer presidente norteamericano que abiertamente apoyó al gay establishment. Clinton ansiosamente buscó el apoyo de la comunidad gay en sus campañas para presidente de 1992 y 1996. Su respaldo a los gays en el ejército es uno de los muchos esfuerzos que hizo para mantener el estilo de vida homosexual. El 8 de noviembre de 1997, Clinton asistió a una cena nacional que anualmente celebra la Campaña por los Derechos Humanos [Human Rights Campaign (HRC)] y dio un discurso en el que intentó establecer la tónica de la asamblea. La HRC es la organización política de homosexuales más grande de la nación. En la cena también figuró la actriz Ellen DeGeneres, quien recibió un galardón por su episodio llamado Coming out [alusión a cuando los homosexuales declaran lo que son abiertamente, es decir, a salir del closet. N del T.], el cual apareció en la comedia Ellen en la cadena televisiva de Disney/ABC en abril del mismo año. En su discurso, Clinton declaró: “La ley moral está evolucionando… Y nos encontramos redefiniendo, en términos prácticos, las ideas inmutables que nos han guiado… [en generaciones pasadas] estuvimos limitados en nuestra imaginación acerca de cómo deberíamos vivir.”14

Ese mismo año, Clinton se reunió con doce representantes de la comunidad homosexual y les garantizó su apoyo y el nombramiento de cinco homosexuales y lesbianas declarados a puestos elevados en su administración. Clinton también creó el puesto de oficial de enlace entre la Casa Blanca y la comunidad homosexual; su salario sería pagado con los impuestos de los norteamericanos. La organización Eventos Humanos [Human Events15] informó que la administración de Clinton dio $500,000 dólares a un seminario pro homosexual, el cual enseña a los hombres a vencer las enseñanzas religiosas y morales que van contra sus prácticas.

En mayo de 1998, Clinton firmó una orden ejecutiva que les concedía a todos los trabajadores federales la categoría de clase protegida, y añadió a la orientación sexual a la lista de categorías protegidas contra la discriminación dentro del gobierno federal. Esta política puede tener consecuencias de largo alcance, y posiblemente afecte a todo el que reciba un subsidio federal o que celebre contratos con el gobierno federal. Por ejemplo, cuando unos agentes federales se mostraron reacios a participar en el entrenamiento para la aceptación de la diversidad homosexual, Bruce Lehman, Comisario de patentes y marcas registradas de los EE.UU., dijo: “En lo que a mí respecta, debe imponérseles a toda costa.”16 Ese mayo, en una carta a los coordinadores de la Asociación Internacional del Orgullo Gay y Lesbiano [International Association of Gay and Lesbian Pride], el presidente Clinton dijo: “Los elogio a cada uno ustedes por trabajar esmeradamente por una Norteamérica que celebre nuestra diversidad,” y advirtió en contra de “las voces de odio y prejuicio” que se oponen al movimiento de los derechos gays.17

La guerra contra los jóvenes.— Los jóvenes son especialmente vulnerables a la desorientación, y el gay establishment lo sabe muy bien. Nuestras escuelas públicas han sido el blanco de programas que pretenden cambiar los conceptos y hábitos de nuestros jóvenes. “Muchos consejeros de escuela mandan adolescentes confundidos a los centros comunitarios de homosexuales para ver si ser gay “se siente bien.” La comunidad gay abraza a estos chicos desdichados e inquisitivos. Muchos de ellos, apenas llegados a la pubertad, descubren una nueva y emocionante sensación de pertenecer a una comunidad acogedora. Según los informes de consejeros escolares, hasta los adolescentes heterosexuales (animados por ciertos programas de concientización del SIDA para que averigüen si gozan del placer sexual con hombres) comienzan hoy a proclamarse “bisexuales.”18

Las escuelas públicas utilizan el acoso como justificación para la introducción de programas pro gays. Tales programas, calificados de preventivos, sostienen la conducta homosexual, el matrimonio gay y hasta la experimentación sexual. Algunas escuelas hablan aun de haber identificado y confirmado a niños homosexuales de ocho o nueve años.19

Arremetidas similares ya van en camino a los campus universitarios. El Dr. Charles Socarides dice que todo día de Acción de Gracias un padre angustiado le llama porque su hijo, en su primer año de universidad, ha vuelto a casa para anunciar que es gay; esto debido principalmente a las experiencias homosexuales promovidas en el campus por sus propias instituciones en el nombre de una mentalidad más abierta.20 Según un informe de la National Gay and Lesbian Task Force de 1993, más de 45 facultades y universidades norteamericanas han empezado a ofrecer al menos un curso sobre la experiencia homosexual.

Más resultados del activismo gay.— No sólo se ha suavizado la resistencia social al comportamiento de los gays, sino que se han agudizado las posturas contra los opositores de la homosexualidad. Tomen por ejemplo a CyberPatrol [o Patrulla Cibernética], el programa de ordenador para bloqueo más exitoso en el mercado. A semejanza de otros programas de bloqueo, CyberPatrol es vendido a los padres que ansían proteger a sus hijos de sitios peligrosos en la internet. Los sitios que se eliminan caen en las categorías como violencia, malas palabras, drogas, alcohol, tabaco, educación sexual, pornografía, satanismo, apuestas, etcétera. Pero ahora CyberPatrol ha incluido en sus filtros la categoría de intolerancia. Los sitios de internet de carácter cristiano que no aprueban la homosexualidad son bloqueados por ser ofensivos. Es interesante notar que hubo un tiempo cuando CyberPatrol bloqueaba los sitios relacionados con la homosexualidad. Pero la Alianza entre Gays y Lesbianas en Contra de la Difamación [Gay and Lesbian Alliance Against Defamation (GLAAD)] se quejó por dicha política. El resultado: ¡CyberPatrol cambió su política, y hasta asumió a un representante de GLAAD en su comité de vigilancia para evitar ofender a la comunidad homosexual en el futuro!

El activismo gay ha cambiado profundamente nuestra sociedad. Estos activistas se caracterizan por ese mismo grito estridente e irracional que se oye de parte del grupo de presión que apoya el aborto. Hasta Camille Paglia (que se identifica a sí misma como lesbiana y pagana), declara en su libro más reciente, Vamps and Tramps, que el activismo es ya de índole estalinista. Dice que, como intelectual, ha aprendido a “despreciar a los activistas gays por su deshonesta indiferencia hacia la verdad. Y aún continúan con sus mentirillas e invenciones, como es el caso ahora con la evidencia fragmentaria de un nexo genético para la homosexualidad.”21

Las recientes cartas pastorales de los obispos norteamericanos

En su carta pastoral,22 los obispos norteamericanos de la iglesia modernista dan indicios de haber sido víctimas de los mitos promovidos por el sistema homosexual. Aunque la carta pastoral no contiene declaraciones abiertamente heréticas, es aún más peligrosa en su tratamiento del tema, pues lo hace, por así decir, con guantes de seda. Les daré algunas citas de esta carta pastoral, seguidas de mi comentario. (Tenga en mente que dicha carta va dirigida a los padres, especialmente a los padres de hijos homosexuales.)

“Nuestro mensaje trata de la aceptación de uno mismo, de las propias creencias y valores, de las propias interrogantes y todo aquello con lo que se esté luchando en el momento.” No hay mención aquí de conformar sus “creencias, valores, interrogantes, etc.” al magisterio de la Iglesia sobre la moral. “La preocupación y confusión por la identidad sexual con frecuencia acompaña a la adolescencia. Algunas veces el mejor acercamiento puede que sea un esperar a ver qué pasa, al mismo tiempo que se trata de mantener una relación confiada, de dar apoyo en diferentes maneras, así como información y ánimo.” ¡Es increíble que los obispos aconsejen a los padres adoptar una actitud de esperar a ver qué pasa! Los niños también tienen una naturaleza caída y necesitan que se les enseñe lo bueno y lo malo.

Estos mercenarios van hasta el grado de decir a los padres: “Es esencial que permanezcan dispuestos a la posibilidad de que su hijo o hija esté luchando por entender y aceptar una orientación homosexual básica.” Los obispos ya creen el mito extendido de la fuente genética: “Una opinión común entre los expertos dice que existen múltiples facotres (genéticos, hormonales, psicológicos) que den surgimiento a ello.” Los obispos declaran: “Algunos homosexuales quieren que se les conozca públicamente como gays o lesbianas. Aun cuando puede que los términos le sean ofensivos por las connotaciones políticas o sociales, es necesario ser sensible a la forma en que su hijo o hija los utilice.” Los obispos también expresan un sentido falso de la libertad humana: “Esto sugiere respetar la libertad de la persona para aceptar o rechazar la terapia que vaya dirigida a cambiar la orientación homosexual.” ¡Los obispos declaran que en sí la orientación homosexual “no puede considerarse pecaminosa” y que la experimentación juvenil con la homosexualidad no debe alarmar a los padres!

Magisterio oficial de la iglesia conciliar.— Sin embargo, los obispos norteamericanos no son los únicos en tragarse la postura de que los homosexuales están libres de toda responsabilidad debido a su condición. En el Catecismo de la Iglesia católica, la iglesia conciliar enseña que el “génesis psicológico [de la homosexualidad] en gran parte sigue siendo un misterio” (N.º 2357). El catecismo sigue diciendo que los gays y las lesbianas “no eligen su condición de homosexual” (N.º 2358). Es interesante notar que el “nuevo y mejorado” catecismo contiene 103 “ajustes,” según una declaración del Vaticano en una conferencia de prensa. Entre esos ajustes, el N.º 2358 fue quitado.24

Estas enseñanzas de la iglesia conciliar son aplicadas de buena gana por el clero. Son varias las ocasiones en que el clero ofrece misas para los grupos homosexuales, o en que apoya su estilo de vida. Por ejemplo, el cardenal Mahony, de Los Angeles, asistió a una cena de recaudación de fondos (septiembre de 1997) para la Asociación Nacional de Ministerios Lésbicos y Gays de Diócesis Católicas [National Association of Catholic Diocesan Lesbian and Gay Ministries] bajo el tema “amor incondicional.”25

Cómo se explica el origen de tales sentimientos

Puede que se pregunte: ¿cómo explicar entonces las atracciones sexuales experimentadas por los homosexuales? Claramente se encuentran atraídos perversamente a los miembros del mismo sexo. No discutimos que existan individuos con tales tendencias. Parece que existen dos causas para esto: experiencias homosexuales a temprana edad y, especialmente, los factores ambientales. Con esto último nos referimos a los aspectos disfuncionales en la educación de uno.

En su libro sobre el Trastorno de Identidad Sexual (TIS), Zucker y Bradley citan un estudio de Stoller (1975), quien describió la relación trastornada de un niño con su madre. “Stoller concluyó con su ya famosa máxima: “Cuanto más haya de mamá y menos de papá, mayor será la feminidad.”26 Los niños con GID frecuentemente tienen madres sobreprotectoras y dominantes. Se caracterizan por una aversión a los juegos bruscos, por comportamientos transgenéricos, que sus padres no desanimaron, y por la indisponibilidad de éstos (especialmente por parte del padre).27

Tales niños no logran identificarse con su padre. El comportamiento de éste lleva al distanciamiento, que puede resultar en las inclinaciones homosexuales. “El niño pre-homosexual ha experimentado, típicamente, un dolor o una desilución en la relación con su padre. Esta pena puede ser el resultado de un abuso activo o, simplemente, de un abandono pasivo… Como protección contra un dolor futuro, el niño se separa de su padre en forma defensiva. La separación defensiva lo aisla emocionalmente de otros hombres, y de su propia masculinidad. Con las mujeres existe confianza, pero los hombres permanecen un misterio. Luego, cuando [se empiezan a experimentar sensaciones sexuales] en la adolescencia temprana, es comprensible que la dirección que tomen los intereses sexuales del jovencito no sean hacia lo normal, sino hacia lo no asequible… Nosotros somos atraídos por aquel “alguien que no sea yo.”28

Terapia reparadora

En 1973, la Asociación Norteamericana de Psiquiatría [American Psychiatric Association] quitó oficialmente la homosexualidad de su lista de afecciones. Según el Dr. Joseph Nicolosi, la mayoría de los terapeutas con frecuencia no informan al paciente de que existe terapia reorientadora. Los terapeutas “… rara vez exploran la posibilidad de que los sentimientos homosexuales puedan ser sólo transitorios, y están prontos a creerse con derechos a despojar al cliente (con frecuencia menor de edad) de cualquier culpa religiosa que le haya transmitido su familia en cuanto a la conducta homosexual.”29

Existe una organización de profesionales (psiquiatras, psicólogos, doctores médicos, consejeros, etcétera) que rehusa aceptar la noción políticamente correcta de que los homosexuales son incapaces de cambiar. Esta organización es la Asociación Nacional para la Investigación y Tratamiento de la Homosexualidad [National Association for the Research and Treatment of Homosexuality (NARTH)]. El Dr. Joseph Nicolosi, fundador de NARTH, ha escrito dos libros sobre la curación terapéutica de la homosexualidad. Basadas en miles de casos de su experiencia clínica, sus obras ofrecen esperanza a los homosexuales no-gays.

“El Dr. Nicolosi demuestra que la homosexualidad es una afección psicosexual considerada en el mismo nivel que la neurosis por ser un grave desequilibrio pero que es curable con métodos modernos. [En sus obras, Nicolosi] describe las medidas de la terapia reparadora que permitirán que tal individuo asuma gradualmente su heterosexualidad natural y alcance su libertad desde los confines del comportamiento homosexual. Con ello, ofrece esperanza a muchos que anteriormente sucumbieran a la desesperación.”30 Para información acerca de NARTH, o para contactar a un terapeuta reparativo, puede escribirse a: NARTH, 16542 Ventura Boulevard, Suite 416, Encino, California 91436, (818-789-4440).
Las posturas modernas que se oponen a dicha terapia

Sin embargo, es una vez más la gente de lo políticamente correcto se opone al bien efectuado por dichos terapeutas. Se hace todo por acallarlos. Con dichos esfuerzos los miembros del sistema homosexual manifiestan su clara parcialidad. Ellos no buscan una cura; quieren que su estilo de vida sea condonado por los demás.

Todo esto está teniendo un profundo impacto en nuestra sociedad. Quizá no hay otro lugar donde los resultados del programa gay se hayan notado más que en la escuela pública. “Como Michael y Diane Medved escriben en Rescatando a la niñez [Saving Childhood]: “al sacar el tema [de la homosexualidad] una y otra vez, las escuelas causan que los niños, que por lo demás no están presionados, cuestionen su identidad sexual.” Los Medveds citan un libro de texto de 3º de secundaria que recomienda la homosexualidad: ¡ni más ni menos que a adolescentes de temprana edad!”31

El castigo para los pareceres antigays.— Pero los activistas homosexuales no están contentos con solamente buscar una aceptación de su estilo de vida, sino que buscan que sus opositores se conviertan a su manera de pensar o sean castigados. Déjenme citar algunos ejemplos.

Eugene Lumpkin era miembro de la Comisión de Derechos Humanos de San Francisco y gozaba de una reputación de justicia social. El 26 de junio de 1993, el diario San Francisco Chronicle afirmó que Lumpkin dijo: “Es triste que la gente tenga SIDA… pero la Escritura dice claramente que el estilo de vida homosexual es una abominación contra Dios.” Por haber hecho el comentario fue despedido de la Comisión de Derechos Humanos y no fue capaz de recuperar su trabajo ni por los tribunales. Su desaprobación del comportamiento homosexual fue llamada homofobia. Se ignoró su afirmación de que únicamente ejercitaba el derecho que le otorga la Primera Enmienda.

Ron Greer, veterano del departamento de bomberos de Madison, Wisconsin, le dio a un par de compañeros y amigos de trabajo un folleto titulado La verdad acerca de la homosexualidad. En noviembre de 1996, Greer fue suspendido sin paga y se le ordenó que asistiera a un entrenamiento para aceptar la diversidad. 32

En Fairhaven, Massachusetts, Leo y Jackie Pike fueron sentenciados a tres años de cárcel por exhibir letreros que expresaban opinines antigays afuera de su casa.33

En Minnesota, tres empleados del Estado fueron censurados por formular objeciones religiosas a las sesiones de entrenamiento pro homosexuales a las que debían asistir forzosamente. Según el diario de Washington Times, las sesiones denunciaban el heterosexismo (o la creencia de que la heterosexualidad es la única orientación sexual normal) como el equivalente del racismo.34

El senador Lott y Reggie White El presentador de una radioemisora, Armstrong Williams, le preguntó al senador Trent Lott (R-MS) acerca de la homosexualidad, y éste declaró su creencia de que era pecado. Lott comparó la homosexualidad a otros comportamientos compulsivos como es el alcoholismo o el robo. Luego, cuando le pidieron su opinión, el diputado Dick Armey (R-TX) estuvo de acuerdo. “La Biblia es muy clara en esto — dijo —. Yo sí me atengo a la Biblia.” A la Casa Blanca le dio rabia. El secretario de Prensa, Mike McCurry dijo que Lott y Armey estaban “retrasados en su forma de pensar” y que eran “extremistas.” También dijo que tales pareceres bíblicos eran “incorrectos.”

De manera similar se castigó a un jugador popular y exitoso de futbol profesional. Reggie White, de las Águilas de Filadelfia y luego de los Green Bay Packers (ahora jubilado), fue seleccionado al Pro Bowl en 13 de las 14 temporadas que tuvo, y se considera que entrará fácilmente al Hall of Fame [salón de la fama en los deportes]. Con todo, su declaración ante la Asamblea Estatal de Wisconsin en marzo de 1998 de que la homosexualidad es “uno de los mayores pecados” hallados la Biblia, se enfrentó con severas denuncias por parte de escritores, admiradores y legisladores del Estado. La cadena televisiva CBS retiró inmediatamente su oferta de contratar a White como comentador de los partidos de futbol. La compañía Campbell’s Soup dejó que expirara el contrato que tenía con White días después de su discurso, y Nike, aunque sigue manteniendo a White como vocero para sus productos, buscó distanciarse del jugador. El Director general de la compañía dijo: “Reggie tiene derecho a opinar, a pesar de lo equivocado que esté y de lo insensible que nosotros creamos que sea.” El presidente de Nike, Philip Knight, lo dijo sin rodeos: “Reggie White, en lenguaje sencillo, no es malo, sólo está loco.”35

La postura correcta de un católico

¿Es menos culpable nuestra sociedad moderna que Sodoma y Gomorra? Hemos tenido ya 20 siglos de Evangelio y cristianismo. Seguramente la gente de hoy será juzgada con mayor severidad que los habitantes de Sodoma. Uno se ve forzado a pensar cuándo es que manifestará Dios su ira. Cuando estaba en Nueva Zelanda el año pasado (marzo de 1998), los periódicos estaban llenos todos los días de avances informativos acerca del desastroso apagón de Auckland, la ciudad más grande del país. Los cables subterráneos que suministraban la energía eléctrica a la metrópolis fallaron, y pasaron meses para poder repararlos. Es interesante notar que, sólo unos días antes del apagón, ¡había habido un desfile de orgullo gay por las calles de Auckland! (¿Podría ser que el desastre se debiera a un castigo divino?)

En medio de las abominaciones de nuestra época, ¿qué es lo que ha de hacer un verdadero católico? Primero, nunca aprobar el pecado de la homosexualidad. Debemos mantener una firme convicción de la gravedad de este pecado. En segundo lugar, hacer lo que se pueda mediante la oración y las obras de Acción católica para promover la verdad. Debemos orar por la misericorida de Dios y por la conversión de las patéticas almas adictas a este vicio. Al mismo tiempo, hacer lo que se pueda por resistir la maldad y promover un conocimiento de la verdad. Sólo si existen los suficientes para actuar en favor de Dios y de la verdad podremos esperar poner las cosas a favor del bien.

¡Parce, Domine, parce populo tuo!